jueves, 31 de agosto de 2017

agosto 31, 2017


Por Yasmín Nuñez | @yasmincnunez

  1. El liderazgo opositor nos llevó hasta su última frontera: el voto. Y nuestra lucha llega más allá: hasta donde veamos a Venezuela brillar en libertad.
  2. Ya no estamos obligados ni a seguir ni a obedecer los lineamientos de la Unidad, porque nuestra meta va más allá de la vía electoral.
  3. Debemos organizarnos para superar la frontera electoral, ineficaz en dictadura.
  4. El voto se convirtió en una cosa perversa cuando ya no elegimos, solo votamos y lo que votamos, queda inutilizado por la vía de facto.
  5. Debemos cerrar de una buena vez y para siempre ese perverso ciclo de "elecciones cruciales" con la excusa de no ceder espacios.
  6. Aquí el único espacio que no podemos darnos el lujo de ceder se llama Venezuela, y la estamos perdiendo poco a poco.
  7. La Unidad debe entender que ya no son una alternativa de poder, pues se convirtieron con su proceder en un obstáculo para lograr el cambio.
  8. El liderazgo opositor perdió su alma colectiva por codicia, y ahora busca mimetizarse con el espíritu de los jóvenes que dieron su vida y su libertad por el futuro del país.
  9. Es inaceptable que esta clase política, sin vida, se dedique a usurpar el lugar de los legítimos guerreros de la Resistencia, quienes pagaron con muerte, cárcel o tortura su deseo de ver a Venezuela brillar.
  10. A la Unidad la agotó su codicia electoral, y como perro muerto, no podemos perder nuestras valiosas energías en patearla para ver si revive. Dejemos que muera en paz.
  11. No es sano continuar ahogándonos en este mar de desesperanza, llegó la hora de pasar a la acción y dar un paso adelante por Venezuela.
  12. Debemos superar la decepción, la desesperación,  la indignación y toda emoción negativa. De ahora en adelante el camino de lucha es cívica, y para lograr nuestros objetivos requerimos de una organización ciudadana.
  13. El objetivo de cada ciudadano debe ser luchar con todas sus fuerzas para salvar  a Venezuela de la ruina comunista.
  14. En Venezuela el modelo rentista y los pactos de gobernabilidad basados en la renta fácil se agotaron. Urge suscribir un nuevo contrato social entre todos los venezolanos.
  15. Afortunadamente, después de la estampida electoral, quedaron como reserva moral valiosos líderes que no capitularon.
  16. Los líderes que sí capitularon como Leopoldo López, algún día  tendrán que explicarnos por qué o por quién traicionaron la lucha de los jóvenes caídos.
  17. Los líderes que claudicaron por unas elecciones regionales truncaron la esperanza de ver en ellos la renovación de la política venezolana.
  18. Con los líderes que no claudicaron por reparto de gobernaciones habrá que iniciar un Gran Frente Nacional.
  19. La idea no es crear un nuevo partido o una unidad de partidos, sino la unión de factores sociales que se comprometan a suscribir un nuevo contrato social.
  20. De un nuevo contrato social saldrán los constructores del nuevo orden constitucional.
  21. Ante la debacle de la clase política, un Gran Frente Nacional debe tener como objetivo central rescatar el espíritu de la protesta, legado de los verdaderos escuderos.
  22. Un Gran Frente Nacional debe servir de plataforma para que líderes del mundo civil puedan aglutinarse para cumplir el mandato popular del 16J.
  23. Un Gran Frente Nacional deberá encargarse de organizar la inevitable transición, sin excusas legales, pues cuando el orden constitucional ha sido golpeado de muerte los hechos se imponen inexorablemente si con ello se garantiza la continuidad del Estado como contenedor del caos y la anarquía.
  24. La calle es el único camino que nos queda para recuperar la democracia. Organizarla no será tarea fácil, pero nada es imposible si el objetivo es tan vital como salvar a Venezuela.
  25. Solo cuando tengamos de nuevo un orden democrático consolidado volveremos a la senda electoral, con nuevos rectores, y de ser posible con nuevos políticos, más comprometidos con la sociedad que con las ambiciones de poder de sus partidos.
  26. Es inevitable el nacimiento de nuevo liderazgo político que represente un salto al futuro y no una repetición de los vicios populistas que nos condujeron hasta esta calamidad.
  27. Un nuevo liderazgo político deberá ejercer con probidad la inmensa tarea de construir sobre bases sólidas un moderno Estado de bienestar social.
  28. Cuando al nuevo liderazgo político le toque asumir algún día el papel de oposición, que lo haga de verdad, porque es muy triste llamarse oposición y no serlo.
  29. Queda mucho por hacer: De todos nosotros depende la construcción de un nuevo País digno de las generaciones presentes y futuras.
  30. La utopía será siempre utopía si nos negamos una y otra vez a pasar a la acción. Hagamos sin miedo ese esfuerzo ahora, para no tener que arrepentirnos toda la vida de no haber hecho nuestra tarea cuando aún se podía hacer.