viernes, 8 de septiembre de 2017

septiembre 08, 2017



Por Johnny E. Mogollón E. | @johnnymogollon 

 
Contrario al mito del binomio de enemigos internos y externos, inventado por los sofistas de la izquierda para justificar su existencia, lo que sí existe es el dueto de colaboracionistas endémicos y foráneos, ambos con doble moral, ambos con el mismo objetivo: aprovecharse de la miseria que produce el sistema socialista para obtener beneficios económicos fáciles, rápidos y –por supuesto– con montos de inversión tan ridículamente bajos que no serían aceptados ni en las economías más paternalistas del planeta. 

Los colaboracionistas internos y externos son vampiros que se atragantan con la sangre de la nación y la desvitalizan lentamente hasta matarla, son auténticos parásitos que provocan la desindustrialización y por tanto el quiebre de la economía mientras que su relación con el régimen es más bien simbiótica pues este último le brinda la posibilidad de nutrir sus arcas, a cambio del préstamo de sus plataformas económicas para oprimir a la población a través de las políticas socialistas, todas orientadas a empobrecer a la masa social para hacerla dependiente, esclava de la cúpula gobernante. 

Emblemático es el caso del colaboracionista externo Goldman Sachs, que tendió un cable de salvamento con dólares frescos al régimen, pero no fue gratis, no fue altruismo ni simpatía con él, solo business, pues en un trato leonino de “lleve 10 y pague 4” el pueblo quedó endeudado con ese banco por un dinero del que no ha visto (ni verá) un solo centavo, pero estaremos obligados a pagar a esa empresa que, gracias a las sanciones de Trump, está impedida de negociar esos bonos de Pdvsa. 

Más impúdico y grotesco es el colaboracionismo interno pues forma parte del mecanismo de opresión directa, son quienes nos exprimen, los ungidos “empresarios” a los que nunca les ocurre nada, los que procesan las materias primas que importa el régimen y acceden con una regularidad inverosímil a las remesas de dólares preferenciales, los que importan en gris y no pagan impuestos, y todo ello no conduce a un aumento de la capacidad productiva ni a la reducción de la inflación, sino al engrosamiento de sus chequeras en Suiza, en Andorra o en Seychelles. ¿Quiénes son? Varios de ellos ponen sus productos en las bolsas del hambre. Revise y verá. 

Detrás del tirano visible, con nombre, rostro y bigote, hay todo un mecanismo invisible creado para oprimir a la nación, dejarla en los huesos y convertirla en esclava del régimen, y los engranajes de esa máquina son lubricados por el intenso flujo de dinero entre colaboracionistas –tanto internos como externos– y la cúpula. Desenmascararlos y neutralizarlos es parte esencial en la lucha por la democracia.