miércoles, 3 de julio de 2019

julio 03, 2019
POR JOHNNY E. MOGOLLÓN E./

Quizá algunos ya habíamos perdido la capacidad de asombro cuando nos dimos cuenta que el oprobio de un régimen al que ya no le queda la menor brizna de democracia, fue capaz de matar a un ser humano con el único fin de hacer creer a la comunidad internacional que se estaba fraguando un desalojo del poder a ellos que hoy ocupan ilegítimamente el poder público nacional.

Ayer en la tarde se colaba una fotografía de la necropsia que se le practicó al cuerpo del Capitán de Fragata Rafael Acosta Arévalo, ella puede leerse la causa de la muerte: “edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiólisis por politraumatismo generalizado”, y esto es una manera médica de decir que a Acosta Arévalo literalmente le molieron el cuerpo a palos, destruyendo parte de sus músculos que produjo una insuficiencia respiratoria primero y un edema cerebral posteriormente.

Hay que decirlo como es, lo molieron a palos, lo torturaron hasta matarlo, lo asesinaron, y no es la primera vez que algo así ocurre, recientemente al concejal Albán lo mataron de igual forma y, literalmente. Lo tiraron por la ventana.

Esto viene a confirmar que, efectivamente, existe una política destinada a controlarnos socialmente a través de la violencia y la tortura, y que, los esbirros de las policías políticas son tipos psicológicamente disfuncionales, enfermos mentales, a los que no les cuesta nada matar.

Este cinco de julio a las 9 de la mañana en Locatel, será una propicia ocasión para protestar contra la política de la represión del régimen de Maduro, y ello no tendrá efectos hasta que ustedes, audiencia, comprendan que las libertades y las garantías se conquistan cada día y es su responsabilidad levantar la voz para que no sigan ocurriendo estas masacres.