viernes, 18 de agosto de 2017

agosto 18, 2017





Por Johnny E. Mogollón E./  


Los acontecimientos de las últimas dos semanas nos han dejado en un estado de desesperanza que bien puede romper un record guinness, si es que existiese para esa categoría, y es que nos sentimos derrotados, incluso traicionados, pero de algún lado tendremos que sacar fuerzas, de algún resquicio de la memoria tendremos que extraer ánimo para enfrentar a la dictadura y derrotarla.
Ánimo es justamente lo que nos falta, más de cuatro meses de lucha sin cuartel contra la dictadura, y casi 200 muertos después, nuestra sociedad ha quedado no solo exhausta, también ha caído en la desesperanza y ello se debe a varios errores de naturaleza estratégica, organizativa y comunicacional que cometió la MUD y el panorama sombrío que cada quien se hizo a partir de la información que obtuvo. Como decimos en el más criollo español, metieron la pata hasta el fondo, pero no todo está perdido y nadie, nadie en la vida, ha salido invicto de una guerra, que quede claro, NADIE, así, en mayúsculas, para dejarlo claro.
El pueblo sencillamente está cansado de que actúen a sus espaldas, porque a fin de cuentas es la ciudadanía la que expone su vida, su integridad y su libertad, y porque en otras ocasiones, como el diálogo aquel en que no se llegó a un carajo, se hizo bajo un aura de secretismo tal que si no fue traición, se parecía mucho. Esas cicatrices quedan y la dictadura lo sabe muy, muy bien, ellos sí hicieron la tarea.
Nos traicionaron, abandonaron la calle, nos vendieron, la cagaron otra vez, maldito Julio Borges, me cago en la madre de Freddy Guevara, hijo de puta Henry Ramos…”, y millones de imprecaciones de ese tipo surgieron en Twitter y otras redes sociales, ¿Son culpables los ciudadanos por creer que nos cambiaron la madre por una burra? Pues no, amigos míos, culpable la MUD que no ha sabido transmitir con eficiencia y exactitud sus mensajes, y es que si algo queda claro con todo esto es que los políticos pueden comprarse los mejores gadgets que sus bolsillos puedan pagar y tener un liderazgo o notoriedad que les permita tener millones de seguidores, pero ello no les convierte en comunity managers ni mucho menos en comunicadores políticos, así que mi recomendación es que cada uno contrate a un verdadero asesor comunicacional, que hay bastantes, por cierto, y dejen la estupidez del bricolaje comunicacional, esto es muy serio como para estar tirando flechas.

Tienen los canales

Es cierto que la censura en nuestro país es bestial, no contamos con emisoras televisivas ni radiales, ni con periódicos, sin embargo, a falta de medios tradicionales las redes sociales se han convertido en canales no tradicionales a través de los cuales puede circular información y sólo en Twitter los principales líderes de la oposición superan los 7 millones de seguidores.

La experiencia de Capoldo
El 29 de julio pasado, Leopoldo López y Henrique Capriles tuitearon al unísono los mismos mensajes llamando a tomar las calles, al “fenómeno” lo llamaron Capoldo y causó revuelo y una hasta entonces olvidada alegría que sirvió para hacer bromas, memes y demás chanzas, pero más alla de ello nos devolvió la fuerza que habíamos perdido. Esos dos pesos pesados nos mostraron por unas breves horas la unidad que estábamos esperando, pero lamentablemente, luego de ese lapso se volvió a extinguir el mitológico ser. ¿Por qué no se repite, qué tan profundas son las diferencias a lo interno de la MUD?
Contrario a lo ocurrido con el fenómeno Capoldo, ver a los dirigentes desperdigados, cada uno con su propia tesis, cada cual cuidando “su” parcela, como el emblemático caso de Henry Ramos Allup, jugando posición adelantada llamando a inscribir candidaturas justo el día en que la empresa SamartMatic cantaba fraude, nos causó más que dolor, indignación, y sembró la semilla de la duda. Si en algún momento fue mejor que la Mesa no tuviese una vocería única, hoy no solo es necesaria, es básica para la supervivencia, pero también necesaria es la centralización de los mensajes que cada uno de los liderazgos dará a sus simpatizantes.

¿Habrá una alta abstención?
No, no es una apreciación personal, salvo en los casos en que es imposible hacerlo, prefiero no elucubrar y, por el contrario, usar datos científicos, en este caso suministrados por varias encuestadoras, los cuales indican que en promedio 82 de cada 100 venezolanos inscritos en el REP votará en las venideras elecciones regionales, entre otras motivaciones porque el ciudadano común ve en el ejercicio del voto una herramienta de lucha al alcance de su mano, a pesar del enorme descontento y falta de credibilidad en la dirigencia partidista y en el CNE. Cada quien es libre de hacer lo que quiera, pero la estadística indica que los venezolanos una vez más acudiremos a las urnas.

Hablemos de estrategias
Básicamente la estrategia de la MUD debe centrarse en dos líneas fundamentales: recuperar la credibilidad perdida entre los simpatizantes opositores desesperanzados y generar abstención en el chavismo duro, que es menor al 15% del total del REP, para lo cual un buen punto de partida sería aprovechar la no inclusión de los líderes de base del Psuv en la espuria prostituyente para generar desesperanza en ese sector político.

Votar o no votar, he allí el dilema
Hoy sobre Venezuela soplan vientos muy turbulentos, nada es fácil ni claro, sin embargo y a pesar de los muchísimos errores de la MUD, el voto sigue siendo la herramienta de expresión que pide la ciudadanía y necesario es crear una estrategia que nos permita deslegitimar lo más posible a la dictadura y, si después montan gobiernos regionales paralelos, borran las gobernaciones de un plumazo o mandan a meter presos a los gobernadores de la oposición, eso será una decisión unilateral que seguirá restándole al régimen. la historia no nos juzgará por lo que hicieron los demás sino por lo que no hicimos nosotros mismos.   


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