Por Rafael Marrón González /
La historia
guerrera de Bolívar
La historia militar de Simón Bolívar,
como Jefe Supremo de la Guerra de Independencia Suramericana, puede
resumirse en veintiocho campañas, entre los años finales de 1812 y
finales de 1824, todas estratégicamente diseñadas por él, aunque las acciones
específicas estuvieran dirigidas por sus subalternos: 1812-13: Campaña del
Magdalena (Nueva Granada), Campaña de Cúcuta y Campaña de
Táchira a Caracas; resumidas en la Campaña Admirable. Desde Caracas
emprende, en septiembre de 1813, las campañas de la Guerra a
Muerte: Campaña de Puerto Cabello, Campaña del
Occidente, Campaña de Vigirima, Campaña de Araure, Campaña de San Mateo,
Campaña de Carabobo (primera); Campaña de
La Puerta, Emigración a Oriente y Batalla de Aragua de Barcelona (y
Urica), pérdida de la Segunda República. El siete de septiembre de 1814,
Bolívar se embarca para la Nueva Granada y emprende la
Campañas de Cundinamarca con resultados diplomáticos positivos al impedir
una guerra civil; y la Campaña de Cartagena, la que
debe suspender para evitar una guerra fratricida,
y abandona la Nueva Granada, y se refugia Jamaica, donde
escribe, el 6 de septiembre de 1815, la famosa Carta de
Jamaica, dirigida a mister Henry Cullen; viaja
a Haití y logra el apoyo del presidente Petión, y
emprende la Expedición de los Cayos en 1816:
Campaña de Ocumare de la Costa y Expedición de Jacmel (mal llamada
Segunda Expedición de los Cayos). En 1817: Campaña de Guayana. En
1818, Campaña de los Llanos: Campaña de Apure, Campaña
de Guárico y Campaña de Aragua. En 1819: Campaña de la Nueva
Granada y Campaña del Occidente de Venezuela (que culmina con
el armisticio de 1820). 1821: Campaña de Carabobo (que libera a
Venezuela). 1822-23: Campaña de Cauca (Nueva Granada) y Campaña de Ecuador.
1823-24: Primera y segunda Campaña de Perú.
Con la batalla de Ayacucho, el 8 de diciembre de 1824,
termina la presencia militar
de España en Hispanoamérica y la carrera militar
de Simón Bolívar, el Héroe aclamado de los pueblos, para dar paso a las
tribulaciones del político que concitó el odio de las ambiciones subalternas y
presenció la destrucción de su obra por la elementalidad secesionista, que
todavía pervive. Las distancias recorridas por Bolívar son
impresionantes, es difícil que el trayecto de Ciudad Bolívar a
Bogotá o de Bogotá a Lima, haya sido realizado a
caballo por alguien más, desde la guerra de la
Independencia. Bolívar recorrió 90.000 kilómetros
en estas veintiocho campañas, veinte mil kilómetros más que Colón y que Vasco
de Gama, recorrió diez
veces más territorio que Aníbal, cinco veces más que Julio Cesar y dos veces
más que Napoleón.
Bolívar mandó
pero también peleó en Venezuela
En territorio venezolano, entre 1811 y 1823, se
libraron setenta y cuatro batallas de alto impacto y centenares de
combates y escaramuzas menores de desgaste, porque las contiendas se daban
donde se encontraran realistas y patriotas sin atender a diferencias numéricas,
condiciones de terreno o estrategias. Las fuerzas realistas fueron comandadas,
como jefes supremos, en orden cronológico, por Domingo Monteverde, Juan
Manuel Cagigal, los pulperos de Calabozo y Píritu José Tomás Boves y
Francisco Tomás Morales, y Pablo Morillo y Miguel de la Torre. Simón Bolívar
dirigió personalmente once de estas batallas de alto impacto, sin considerar
las decenas de combates paralelos, además de compartir la segunda
batalla de La Puerta con Santiago Mariño, que pierden desastrosamente contra
José Tomás Boves, el 15 de junio de 1814; la batalla de Aragua de
Barcelona con José Francisco Bermúdez, que pierden contra Morales,
el 17 de agosto de 1814, aunque combatieron divididos por la terquedad del jefe
oriental; y la de Calabozo, el 12 de febrero de 1818, con Páez, que
ganan contra Pablo Morillo.
Y en el sur también
se fajó como los buenos
Y fuera del territorio venezolano, Bolívar realiza
la Campaña del Magdalena, con la que inicia su carrera de Gloria, en Monpox, y
en la que combate personalmente, ocho veces, con oficiales designados por él, y
atraviesa horizontalmente la Cordillera andina para luchar contra Ramón
Correa en Cúcuta, y vencerlo. Posteriormente, durante la Campaña
del Sur, dirige y participa en la Batalla de Bombona, librada el siete
de abril de 1822 en su marcha hacia Quito, en las estribaciones del volcán
Galeras, en Colombia, en la que derrotó al coronel Basilio García. En La
Batalla de Junín, contra el general José de Canterac, en la que no se disparó
un solo tiro, solo se usaron armas blancas, y que ganó con lanceros
venezolanos y participó en la contienda, asombrando por su agilidad de
ambidiestro combatiendo con una espada en la mano derecha y una daga de
bayoneta en la izquierda. Es histórico que después de esta batalla, aventajada
al principio por la caballería realista y decidida por la enérgica carga de los
llaneros venezolanos, varios jinetes pasaron cerca de Bolívar y, acaso
por halagar su colombianismo, gritaron: !Vivan los lanceros de Colombia!
Bolívar contestó, dominado por la pasión venezolana: !La pinga! !Vivan los
lanceros de Venezuela! Desde entonces fue popular en Colombia el castizo
enfático, que según sus biógrafos usaba comúnmente a la menor contrariedad. Y,
entre el 5 de julio y el 7 de agosto de 1819, después de atravesar el Páramo de
Pisba, con sus tropas agotadas enfrenta al jefe realista en las batallas de
Gámeza, y Pantano de Vargas, batalla crucial en la que desesperado ante
la ofensiva de Barreiro, Bolívar mira al coronel venezolano Juan José Rondón,
que espera instrucciones listo para el combate, y le espeta: ¨Coronel ¡Salve
usted la Patria!¨, y son catorce valientes a caballo los que se
lanzan al centro de la batalla imponiendo el terror con sus mortíferas lanzas y
silenciando la artillería enemiga, haciéndole tragar su soberbia a
Barreiro, que minutos antes había gritado: ¨¡Ni Dios me quita la victoria!¨.
Y la batalla decisiva de Boyacá, que libera la Nueva Granada. Sin
incluir, como hemos dicho, combates menores y escaramuzas, en total son veintinueve
combates de alto impacto los que Bolívar dirigió personalmente, de los cuales
perdió cinco y ganó veinticuatro. Sin olvidar que durante este tiempo,
Urdaneta, Ribas, Arismendi y Girardot en la Campaña Admirable y
después, en la Campaña de la Guerra a Muerte, obedecían sus órdenes, y
todas las campañas del año 19 al 24, eran planificadas por él como Jefe
Supremo.
La amarga
frustración
El 3 de Julio de 1830, el periódico El Mercurio, de
Nueva York, publica un fragmento de una carta sin fecha que Bolívar había
enviado desde Bogotá a un amigo no identificado de Cartagena, que refleja una
síntesis de sus sentimientos en aquellos días finales de su vida. Por el
comentario sobre el Congreso que se estaba instalando, fue redactada en Enero
de ese año:
"He sacrificado mi salud y fortuna por asegurar
la libertad y felicidad de mi patria. He hecho por ella cuanto he podido más no
he logrado contentarla y hacerla feliz. Todo lo abandoné a la sabiduría del
Congreso, confiado en que efectuará lo que no ha podido conseguir un individuo.
Con todo fervor pido al cielo que preserve a Colombia de la guerra civil con
que se ha tiznado la historia de los Estados de la América del Sur. Si para
evitar ésta el Congreso creyese indispensable, y el pueblo desease, establecer
una Monarquía, no me rebelaré contra sus deseos; pero tenga Vd. bien presente
lo que digo: la corona jamás ceñirá la cabeza de Bolívar. Yo deseo
descansar, y cuente Vd. con que ninguna acción de mi vida manchará mi historia
cuya consideración me llena de satisfacción. La Posteridad me hará justicia, y
esta esperanza es cuanto poseo para mi felicidad. Mis mejores intenciones se
han convertido en los más perversos motivos, y en los Estados Unidos, en donde
esperaba se me hiciese justicia, he sido también calumniado. ¿Qué es lo que he
hecho para haber merecido este trato? Rico desde mi nacimiento y lleno de
comodidades, en el día no poseo otra cosa más que una salud quebrantada.
¿Pudieran mis enemigos haber deseado más? Pero el hallarme tan destituido es
obra de mi voluntad. Todos los recursos y ejércitos victoriosos de Colombia han
estado a mis disposición individual, y la satisfacción interior de no haberle
causado el menor daño, es mi mayor consuelo". Continuará.
Nota:
La gráfica corresponde a la estatua de
Bolívar ubicada en la parte central del jardín
de la hacienda San Pedro Alejandrino, a un costado de la casa principal, en
donde fue instalada el 2 de febrero de 1891 (127 años), elaborada
en mármol de Carrara, en Italia, por el artista genovés Pedro Montarsolo
Victorio, y pertenece al estilo
neoclásico.