jueves, 2 de abril de 2020

abril 02, 2020
Dicho en el leguaje más técnico y por tanto diáfano, hasta ayer teníamos dos cosas seguras: que el guardacostas “Naiguatá” había naufragado y que la Armada, la desarmada o desalmada, como rayos se llame esa porquería militar dedicada a custodiar el tráfico ilegal de estupefacientes y recursos minerales extraídos por las mafias criollas, tanto en el mar como en las vías fluviales, con un escuetísimo comunicado —que parecía la excusa de un marihuanero apresado en la calle— no había podido explicar al país que pagó por ese maldito barco, cómo diablos fue que lo hundieron.
Se pudo conocer que el buque “Resolute”, de bandera lusitana, resultó casi indemne al percance, sin embargo, y como ya es costumbre para la narcodictadura, solo dan excusas políticas sin revelar un solo detalle de las circunstancias que llevaron al hundimiento del aparato que, en teoría, jamás debió estar más cerca que a 3 mil 700 metros del barco portugués, esto es, para los citadinos, 37 cuadras.

¿Qué hacía tan cerca? El Marrano de Miraflores indicó anoche que la tripulación del “Naiguatá” descubrió, suponemos que a través del poder mental que dominan a la perfección después de ver “una serie documental llamada los X-Man”, que los pasajeros del “Resolute” venían con “objetivos violentos”, bueno, el jetitorcío en realidad dijo “ocjetivo violeeento”, así, como para ponerle drama a la cosa, pero acá no nos gusta burlarnos de la estupidez endógena, lo cierto es que el día de ayer pidieron a las autoridades de Curazao, donde atracó temprano el barco lusitano, que les suministraran una lista de los pasajeros y la tripulación, lo que quiere decir que no había información de inteligencia para asegurar estúpidamente que “ahí venían mercenarios con lanchas rápidas”, porque no tienen ni siquiera un nombre. ¡Profesor X, la cagaste!

Por su parte, el Resolute confirmó este miércoles por medio de un comunicado que fue la armada venezolana quien los atropelló y disparó justamente en aguas internacionales. “Mientras el Capitán estaba en contacto con la oficina central, se hicieron disparos de pistola y, poco después, el buque de la Armada se acercó a estribor a una velocidad de 135° y colisionó DELIBERADAMENTE con el RCGS Resolute. El buque de la armada continuó golpeando la proa de estribor en un aparente intento de girar la cabeza del barco hacia las aguas territoriales venezolanas”, lo que quiere decir que los muy inteligentes militares criollos, cual gatos, pusieron la caca y quisieron taparla con la excusa de que estaba en aguas nacionales. ¡Qué genialidad! Es como en las películas: “mátenlo y pónganle una pistola para que parezca suicidio”…

Este caso al parecer morirá aquí porque, de hecho, El Marrano ya echó al piso la toalla diciendo “alguien llamó del norte para prohibir que identifiquen a esas personas”, como si en veinte años de dictadura no nos hemos dado cuenta de que ellos nunca tienen la culpa.